¡Revélate!

Fue al ser madre por primera vez que empezé mi viaje interior. Me sentía perdida, ya no sabía lo que realmente quería. Ser mamá puso todo patas arriba por dentro y necesitaba encontrarme a mí misma. La terapia psicocorporal me reconectó, incluso descubrí partes de mí que desconocía. Fue tan potente para mí que me llevo a querer dedicarme profesionalmente a la terapia. Nunca lo hubiera creído posible porque estaba llena de miedos, pero al atravesarlos acompañada, me di cuenta de que TODO ES POSIBLE.

Llevo 7 años acompañando personas en la profunda reconexión con ellos mismos. El punto común a todos es que siempre da miedo ir dentro de ti mismo y mostrarte frente a un "otro" que no conoces, pero es profundamente liberador poder compartir tu experiencia interior, para poner palabras. y ser acogido sin juicio.

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Diana, por ejemplo, me contactó cuando estaba exhausta, no tenía más energía a su disposición, y sufría una relación insatisfactoria con su pareja. Al venir regularmente, retomó las riendas de su vida en pocos meses. Aprendió a redescubrir sus necesidades para no perderse en las de los demás y a respetar su ritmo para redescubrir su alegría. Ahora está en una nueva relación ya no desde un rol sino desde lo que realmente es su ser, respetando sus necesidades, y atreviéndose a mostrarse al otro. Por fin puede ser vista y amada tal como es, lo que buscaba desesperadamente antes de la terapia. Como le gusta decir, ¡hoy se siente más libre y realizada!