Sentí la necesidad de empezar un trabajo de autoconocimiento al ser madre por primera vez.  Ser mamá puso todo patas arribas por dentro y necesitaba reencontrarme con mi misma. La terapia me reconectó, e incluso descubrí partes de mi desconocidas y muy valiosas.

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Al decidir formarme como terapeuta, tuve que enfrentar muchos miedos, contactar con partes reprimidas y rechazadas de mí misma, pero fue dándoles la bienvenida que aprendí a sentir y concocer mejor mi ser profundo.

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La apertura de mi coraza amplió mi conciencia: de mi ser, de los demás y del mundo en general. Esta visión más amplia me permite hoy vivir plenamente quien soy sin juzgar, lo que me permite atreverme a ser yo misma y elegir lo que mejor me corresponde.

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Desde mi formación (2015-2018), he enriquecido mi enfoque con la EFT (Técnica de Liberación Emocional) que abre la terapia a la dimensión energética. 

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